Corriendo va por el bosque
descalza, con su camisa de lino.
Es solo una niña aterrada,
que vió morir a sus padres.
La inocencia dejo allí enterrada,
¿Y el castillo?, no pudo volver la
mirada.
En esta noche oscura y amarga,
¡no importa!
cuan corta o larga será mi vida,
juró la niña:
Jaque daré al caballero,
mi corazón se tornara de acero
y solo la daga, será mi amiga…
A su paso se murmura…
Es la niña, la Dama guerrera,
combate el hambre y también las
penas.
Son los pobres su estandarte,
la venganza su ambición.
Luce valiente un bordado,
con descarada intención.
Dicen las malas lenguas:
Que solo en el río se aprecia,
aquello que luce en sus prendas.
Tatuado va en el corazón…
Tras varias jornadas de camino,
llega al bosque, su destino.
A lo lejos repican las campanas,
anuncian que el Rey ha sido padre
Y una linda princesa, peinará sus
canas.
En la espesura del
bosque
y a la vera del río,
sentada sobre una piedra
se ve a la Dama, solloza la niña.
¡Que sola me siento¡
una lagrima,
vacía por dentro,
me duele el alma.
No puedo más…
Mira a la amiga…
reposando en el suelo
¡No!…
¿Por qué nunca me mira?
Si la busco cada día.
Hasta la muerte me niega,
¿Dónde están los abrazos?
a los que tuve derecho
¿Dónde los besos?
de un amor sincero
Mira de nuevo a su amiga…
Reposando en el suelo,
¡Si!… y un golpe certero,
en la soledad del bosque.
Solo sus lágrimas…
Y todo lo cubre, el silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario