Abrazada a una rapsodia

Melodía de violines que lloran,
acompañando al viejo piano de cola.
Acordes sordos… que cantan,
los silencios de una guitarra española.
Coplas desgarradas,
que recuerdan la rapsodia.
De un amor clandestino
que nació, tras las notas
negras y blancas,
de un fa sostenido.

Arpas celestiales que anunciaron,
la muerte de esta canción.
Cuando en la mañana,
se saludaron, el alba y el sol.

Mentiras y más mentiras…
retumban a golpes de tambor;
que gritan a los cuatro vientos,
la plenitud de nuestro amor.

Abrazada a ti,
danzaré la única melodía...
que entienden los enamorados;
dos cuerpos unidos
en un solo pentagrama,
donde las notas serán
los envites, besos y abrazos.
Una coral de finas voces.
En un canto de pasiones.
De dos corazones que laten,
ahogados por el deseo
de un ritmo acelerado.

Choque de platillos...
que anuncian el final de esta rapsodia.

Luego, sólo se escucha
melodía de violines que ríen, cantan y lloran